Los hijos de Kermit hacen videomarketing
kermit, nuestra conocidad rana Gustavo fue, y lo es todavía, la gran estrella de la televisión de nuestra infancia. Uno de los primeros personajes de Jim Henson, que debutó en las pantallas americanas en 1955 y que aquí no llegaría hasta mediados de los años 70 en la serie para pequeñines Barrio Sésamo (incluida al principio dentro de Un globo, dos globos, tres globos).
Según los conspiranoides esta serie fué creada dentro de un proyecto de la CIA para occidentalizar el Irán del Sha. No debió tener mucho éxito en este sentido, ya que a los pocos años explotó la revolución Iraní, nada occidental, por cierto.(Pero esto es otra historia…)
Donde si tuvo éxito fué en crear un tipo de show televisivo, dirigido a la infancia, fuera de tópicos y que hablaba a los niños en su propio lenguaje, creando una gran complicidad entre estos y los personajes de trapo. Además eran programas que podían entretener, al mismo tiempo a los adultos (quién no haya cantado alguna vez el mana-mana, que tire la primera piedra de trapo), que les acompañaban embelesados, gracias a personajes como Epi y Blas, el monstruo de las galletas, la cerdita Peggy o el propio y más carismático Gustavo.
Todo esto viene a colación del uso inteligente de muñecos de este tipo por algunos youtubbers, que crean auténticas y divertidas sagas, como las de la empresa de dibujos animados Bento Box Entertaintment y su serie para YouTube Glove and Boots, que se atreven con cualquier tema y nos hablan también e los excesos tecnológicos.
Si bien esto no es videomarketing, propiamente dicho si nos puede hacer reflexionar sobre las posibilidades del mismo y sobre su capacidad de hacernos reflexionar, entretener, y, por supuesto con ese ingrediente de viralidad en las redes que lo hace tan eficaz.
¿Hay mejor forma de relacionarse en las redes que haciéndonos reir?