Profesiones de ¿futuro?
Ahora que estamos en los albores de la cuarta o quinta revolución industrial (ya he perdido la cuenta), nuestros estimados próceres y gurús se esfuerzan por diseñar un escenario futuro en el que se pueda seguir viviendo decentemente. Descartados aquellos países que el imperio ha decidido utilizar como campo de tiro, el resto, las tierras habitables, vamos a sufrir transformaciones importantes (ya lo estamos haciendo) en breves momentos. La robotización de la economía y la producción bajo demanda mediante impresión, por ejemplo, van a dejar en la calle a millones de personas y, es de suponer que debe haber alguna alternativa para su subsistencia.
Hasta en los países más protocapitalistas se empieza a oír hablar de la renta universal, no como panacea, pero si como forma de evitar una catástrofe (en forma de revolución, seguramente) a nivel global. Otros pensadores, más optimistas, hablan de las nuevas oportunidades que la tecnología va a ofrecer con la creación de nuevos empleos que hasta ahora no existían.
Estudia que algo queda
Bill Gates, sin ir más lejos, que después de forrarse a más no poder se ha convertido en el “multimillonario filántropo” por excelencia está proponiendo ya los estudios que serán básicos en el futuro. El no pudo graduarse en su día, aunque suene raro, porque estaba demasiado ocupado cambiándonos el futuro a todos. Ahora en una carta abierta a los graduados de instituto americano les aconseja cuales son, dando sus razones, las áreas de desarrollo más prometedoras:
- La inteligencia artificial, porque solo hemos empezado a aprovecharla y hará la vida de las personas más productiva y creativa.
- La energía, porque una tecnología limpia, asequible y segura será esencial para luchar contra el cambio climático y la pobreza.
- Las biociencias, porque nos ayudarán a vivir vidas más largas y saludables.
La sociedad no es solo tecnología
Después del consejo práctico Bill se pone un poco moralista y desarrolla la tesis de que la sociedad no podrá avanzar si no lucha contra la desigualdad, como hacen él y su mujer Melinda Gates, desde la fundación que regentan. Anima a los chicos y chicas a seguir su ejemplo y el de su amigo Warren Buffett, para mejorar el mundo. Lo cual no deja de ser un poco contradictorio ya que Bill y su amigo Warren son dos de los máximos beneficiados de ese sistema capitalista que es causante de la desigualdad.
¿Puede la filantropía sustituir a la justicia social como herramienta de cambio social?
Personalmente, lo dudo mucho. No creo que un sistema injusto gobernado por personas justas (que tampoco es el caso), pueda dar mucho de sí. Sin dejar de agradecer a Bill, Warren y sus amiguitos multimillonarios lo que puedan aportar ahora, después de una vida dedicados a la rapiña, creo que no debemos abandonar la senda habitual del trabajo social y político, en estos campos, que es el que, a medio largo plazo puede cambiar las normas de juego y llevarnos a una mayor equidad.
Algoritmos para la equidad
Si planteamos el sistema socio-económico actual como un sistema inteligente (aunque podríamos dudar más que razonablemente de ello), tendríamos que plantearnos un desarrollo del mismo por objetivos. Y si así fuera, cuáles son estos. ¿Es el único objetivo de la humanidad la acumulación de riqueza?, Si es así los humanos no son necesarios, ya que las máquinas pueden seguir, de forma automatizada, especulando en el mercado de valores. Si por el contrario el objetivo es generar una sociedad global más avanzada y con personas que puedan, en situación de igualdad, desarrollar todos sus potenciales, deberíamos utilizar todos los medios que la tecnología pone a nuestro alcance, tanto para el reparto del trabajo y su organización, como para, no menos importante, el reparto de la riqueza y la eliminación paulatina de la desigualdad.
En este sistema, por tanto, hay algoritmos que permiten la acumulación de capital y otros que permiten la lucha contra la desigualdad, ¿con cuales vamos a codificar la sociedad del futuro?
El artículo original de Bill Gates: Dear Class of 2017…