Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, 50 años del diseño de una portada mítica

beatles-sgt-pepper-portadaSi el disco Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de los Beatles supuso un antes y un después de la música pop, certificando su mayoría de edad y abriéndole también las puertas de la posteridad a un género considerado menor, el diseño de la portada del álbum no lo fue menos. Ahora se cumplen 50 años de su publicación en 1967 (26 de mayo o 1 de junio, según fuentes,  en su edición inglesa) y es una buena escusa para hablar de ella.

La idea original

No está muy claro de donde salió la idea original. Al parecer Paul McCartney, que había estudiado arte en su juventud, elaboró unos bocetos de portada, quería representar una especie de acto protocolario «..el alcalde entregando las llaves de la ciudad a The Beatles junto a un reloj floral…». Paul por aquella época  se había hecho amigo de Robet Fraser, un galerista de Londres, quién fué quien le sugirió que trabajara sus ideas con el artista Peter Blake (en 2008 pudimos ver una retrospectiva del artista en el Museo de Bellas Artes de Bilbao) y el fotografo Michael Cooper que «casualmente» eran dos de sus representados. Robert Fraser llevó a Paul a la casa de Peter y allí debió gestarse la idea principal. En aquella época Peter blake estaba casado con la también artista pop  Jann Haworth, que tuvo una importante participación en la realización de la portada. También colaboraron otros artistas como Joe Ephgrave, que pintó el bombo que aparece en primer plano. Según Jann Haworth, tanto su marido Peter Blake como Paul McCartney se arrogan la propiedad de la idea original y ella defiende que el 50% fue trabajo suyo.

Una única foto

La portada es una única foto de los Beatles delante de un collage a tamaño natural con las fotos de diversas celebridades icónicas de la época, figuras de cera y maniquies. Las personalidades fueron seleccionadas de las listas que elaboraron los componentes del grupo de entre sus héroes favoritos. En el interior se seleccionó otra foto de la sesión en vez de la pintura psicodélica del colectivo The Fool que había sido elegida por el grupo pero que Fraser rechazó categóricamente por su baja calidad. La contraportada incluía otra foto con Paul McCartney de espaldas y las letras de las canciones, lo que también era una novedad en un disco de Rock. En el interior se acompañaba de unos recortables en cartulina diseñados también por Peter Blake y Jann Haworth.

Aunque los collages eran ya de uso habitual, ahora nos puede resultar sorprendente que se realizara uno de tamaño natural como fondo, cuando en la actualidad lo normal sería hacer un montaje posterior, sobre la foto original de los protagonistas, con herramientas como Photoshop o incluso un chroma key.

Personajes censurados

Algunas de estos personajes seleccionados no aparecieron en la portada final, por diversos motivos, a sugerencia de los artistas y la casa de discos. John Lennon había elegido, por ejemplo a Hitler y al ocultista Aleister Crowley. Hitler, sin embargo fue eliminado, tapado con la figura de Johnny Weissmuller. Los Beatles no hicieron suficientes elecciones como para llenar todo el collage (57 figuras), así que los propios artistas hicieron también sus aportaciones como las de como Larry Bell, Simon Rodia o H.C. Westermann. Otros no aparecieron, porque no dieron su consentimiento o incluso pidieron dinero por hacerlo como el actor Leo Gorcey. Gandhi se descartó para evitar problemas de comercialización en la India. La figura de Jesucristo tampoco apareció, para evitar aumentar la polémica del año anterior que generaron las declaraciones de John Lennon («Ahora los Beatles son más famosos que Jesucristo…»).

Un trabajo colectivo

La fotografía fue tomada el 30 de marzo de 1967 por el fotógrafo Michael Cooper en su propio estudio de Chelsea, London. Los miembros del grupo levaban unos trajes de inspiración militar de satén de vivos colores, diseñados y realizados en Berman’s, una de las principales empresas de Londres dedicadas a vestuario teatral y que actualmente sigue funcionado bajo la empresa Angels Customes, que la adquirió en 1992.

La dirección artística corrió a cargo del propio Robert Fraser ( que fue quién lo firmó oficialmente). Las figuras de cera provenían del  famoso museo de Madame Tussaud.

La elaboración del montaje fotográfico del fondo y el reto de figuras se llevó a cabo en los ocho días precedentes a la toma.

Se dice que Robert Fraser cobró unas 1500 libras por el trabajo y Peter Blake 200. El coste total de la portada no rebasó, incluyendo al resto de participantes y el alquiler del estudio y copias fotográficas, las 3.000 libras, aunque era una cantidad muy alta para la época, donde la realización de una portada solía costar entre 50 y 100 libras.

Al año siguiente la portada recibió el premio Grammy al mejor trabajo de arte en el apartado de embalaje y notas. En esta ocasión Blake y Haworth figuraron como directores artísticos.

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