
Poco a poco, como suelen venir los cambios de calado, los asistentes de voz se irán instalando, como una alternativa a las pantallas táctiles y los teclados. El nuevo interfaz natural depende para su expansión de una mejora tanto en el hardware como, sobretodo, en los propios programas que, con la aplicación de técnicas de inteligencia artificial, tendrían que funcionar como auténticos asistentes personales, cercanos, íntimos e incluso adelantándose a nuestra necesidades.